Madrid es la ciudad que nunca duerme y en la que acontecen infinidad de historias.
Lugares llenos de gente, recuerdos emocionantes o anécdotas curiosas son los estímulos perfectos para crear historias colectivas.
Los alumnos de Calambur Teatro presentan un espectáculo de Improvisación gestual fruto de la creación conjunta.
Durante 60 minutos Pongamos que no hablo en Madrid llevará al espectador a viajar de un lugar a otro de la ciudad, siempre sin palabras.
Porque Madrid habla por sí sola.